jueves, 30 de abril de 2009

REINA Y SEÑORA DE AREQUIPA-Recuerdos 2 de febrero de 1985


"Mira Señor benignamente a estos tus siervos que, al ceñir con una corona visible la imagen de Cristo y de su Madre bajo la advocación de la Santísima Virgen de Chapi reconocen que tu Hijo es Rey del universo e invocan como Reina a la Virgen María".


"Haz que, siguiendo su ejemplo, te consagren su vida, y cumpliendo la ley del amor, se sirvan mutuamente con diligencia, que se nieguen a sí mismos y con entrega generosa ganen para ti a tus hermanos; que, buscando la humildad en la tierra sean un día elevados a las alturas del cielo, donde Tu mismo pones sobre la cabeza de tus fieles la corona de la vida. Por Jesucristo Nuestro Señor",

concluyó la oración a la que con gran unción y al unísono el ferviente pueblo arequipeño congregado en el Campo respondió un sonoro Amén.


Seguidamente su Santidad Juan Pablo II roció con agua bendita las coronas de la Virgen Santísima y el Niño Jesús, y procedió a CORONAR CANONICAMENTE, primero al Hijo y luego a la Madre a las 12,13 del medio día, ante los estruendosos aplausos del pueblo Arequipeño.

Luego del acto de la Coronación, el Papa dejó de obsequio en recuerdo de su visita, un hermoso rosario de oro, su Santidad la proclamó en esta ocasión como REINA Y SEÑORA DE AREQUIPA.