jueves, 3 de abril de 2008

Reseña de la Semana Santa Arequipeña

Como bien se sabe Arequipa es como muchos dicen “La Roma Peruana” por tener y conservar sus costumbres religiosas heredadas de los arequipeños ancestrales quienes tenían la costumbre española de celebrar la típica Semana Santa con diferentes procesiónes arequipeñas a las que acude el pueblo con mucho fervor, las diferentes procesiónes son las siguientes:Sábado antes del domingo de Ramos : Este día sale una procesión sencilla del mercado San Camilo llevando al Señor del Perdón y a su Madre la Santísima Virgen de la Consummata la cual es acompañada por las vendedoras del mercado que lloran el sufrimiento del Hijo de Dios, luego que van por las diferentes calles de alrededor del mercado y pasando por la Catedral para saludar al Señor del Gran Poder que saldrá el día siguiente , luego de su recorrido regresan al mercado hasta el año siguiente. La hermandad que protege y cuida estas imágenes es la del “Señor Del Perdón”

Continuara...

CANTAR DE LA MADRE DOLOROSA

Madres amantes que supisteis
de horas de angustias y ansiedades
mirar alzarse ante vosotras
a la más triste de las madres.

Hijos que fuisteis raíz y espiga
de hondos desvelos maternales:
mirad erguirse a vuestros ojos
a la más Madre de las madres.

Aquí veréis a la Callada.
Aquí tenéis a la constante.
Aquí a la Tierna y la Valiente.
Aquí a la Heroica y siempre Amante.

Belén la vio sobre el pesebre.
Egipto en hondas soledades.
Nazaret firme y amorosa.
Jerusalén serena y mártir.

Ella nos mira y nos comprende.
Ella se duele en nuestros males.
Ella conoce los quebrantos
de nuestros pasos vacilantes.

Hijos y padres que supisteis
de hondos desvelos maternales;
mirad alzarse ante vosotros
a la más Madre de las madres.

Sea nuestra voz canto y ternura;
amor y fe para cantarle.
Que nuestra vida y nuestros actos
y nuestro amor siempre le canten.

Belén la vio sobre el pesebre.
Egipto en hondas soledades.
Nazaret firme y amorosa.
Jerusalén serena y mártir.

Que nuestros pasos sean sus pasos.
Nuestro Cantar sean sus cantares.
Que sea la luz de nuestros ojos
la de sus ojos virginales.

Miguel Martínez del Cerro

Avanza la causa de beatificación de Juan Pablo II

Ya casi está listo el informe que debería documentar las virtudes heroicas de Juan Pablo II, paso necesario y definitivo para su proceso de beatificación, según ha anunciado su postulador el último lunes 31 de marzo.
Monseñor Slawomir Oder ha hecho el anuncio dos días antes de que se celebre el tercer aniversario del fallecimiento de Karol Wojtyla.
“En los días pasados he entregado una redacción casi definitiva de la positio, el informe que recoge todos los documentos organizados de manera sistemática y organizada sobre el pontífice”, ha explicado a los micrófonos de la redacción polaca de “Radio Vaticano”.
“Se trata de unas dos mil páginas que necesitan ser afinadas a nivel de redacción, pero en su conjunto puede decirse que la redacción se ha completado”, ha añadido.
El sacerdote informa que corresponderá al relator de la causa, el padre Daniel Ols, dominico, de la Congregación vaticana de las Causas de los Santos, “tras haber examinado el conjunto del material, dar su aprobación para la presentación oficial”.
“Por el momento es prematuro anunciar una fecha decisiva para la entrega definitiva”, concluye.
El cardenal José Saraiva Martíns, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, anunció el 25 de marzo en declaraciones transmitidas por la emisora pontificia: “puedo garantizar que apenas recibiremos la positio la estudiaremos inmediatamente sin perder tiempo, pues ciertamente este dicasterio desea que Juan Pablo II llegue cuanto antes a los altares y se le pueda llamar “beato” y así responder al grito de la plaza de San Pedro: “¡Santo subito!” (santo ya)”.
La positio será estudiada por una Comisión de teólogos y después por otra la Congregación de cardenales y obispos miembros de la Congregación para la Causa de los Santos.
Si el juicio es positivo, Benedicto XVI podría entonces aprobar el decreto de reconocimiento de virtudes heroicas, que permitiría proclamar a Juan Pablo II como “venerable”.
Para la beatificación se necesitará después la aprobación de un milagro atribuido a su intercesión.

Benedicto XVI: “Que la Iglesia siga las enseñanzas y el ejemplo de Juan Pablo II”

Este miércoles 02 de abril, el Papa Benedicto XVI presidió en la Plaza de San Pedro la celebración eucarística en el tercer aniversario de la muerte del Siervo de Dios Juan Pablo II. Concelebraron con el Papa los miembros del colegio cardenalicio.
Dirigiéndose a más de 40 mil personas, el Papa rememoró en la homilía las horas del sábado 2 de abril de 2005 que siguieron a la noticia del fallecimiento de Juan Pablo II y los innumerables fieles que rezaron ante el cadáver y participaron en el funeral.
Benedicto XVI destacó "entre las tantas cualidades humanas y sobrenaturales" del difunto pontífice su "excepcional sensibilidad espiritual y mística. Bastaba observarlo -dijo- mientras rezaba: se sumergía literalmente en Dios y parecía que en aquellos momentos todo el resto le resultase extraño. (...) La Santa Misa, como repetía con frecuencia, era para él el centro de cada jornada y de toda la existencia. La realidad "viva y santa" de la Eucaristía le daba la energía espiritual para guiar el Pueblo de Dios en el camino de la historia".
Tras recordar que Juan Pablo II murió la víspera del segundo domingo de Pascua, el Santo Padre puso de relieve que "su pontificado, en su conjunto y en tantos momentos específicos, es como un signo y un testimonio de la Resurrección de Cristo. El dinamismo pascual, que hizo que la vida de Juan Pablo II fuese una respuesta total a la llamada del Señor, no podía expresarse sin la participación en los sufrimientos y en la muerte del divino Maestro y Redentor".
El Papa señaló que las palabras del Evangelio de la misa de hoy "No tengáis miedo", que dirige el ángel de la resurrección a las mujeres en el sepulcro vacío, "se convirtieron en una especie de lema en los labios del Papa Juan Pablo II desde el inicio solemne de su ministerio petrino".
Estas palabras, continuó, "las pronunció siempre con inflexible firmeza, alzando el bastón pastoral que culmina en la Cruz y después, cuando sus energías físicas iban disminuyendo, casi como aferrándose a él, hasta aquel último Viernes Santo, en el que participó en el Vía Crucis desde la capilla privada, estrechando la Cruz entre sus brazos. (...) También aquella elocuente escena de sufrimiento humano y de fe, indicaba a los creyentes y al mundo el secreto de toda la vida cristiana".
El Santo Padre afirmó que conforme el difunto pontífice polaco "era despojado de todo, al final incluso de la misma palabra, su confianza en Cristo se mostró con gran evidencia. Como sucedió con Jesús, también para Juan Pablo II, al final las palabras cedieron su lugar al extremo sacrificio, al don de sí. Y la muerte fue el sello de una existencia entregada totalmente a Cristo, conformada a El también físicamente en los rasgos del sufrimiento y del abandono confiado en los brazos del Padre celestial".
Primer congreso mundial sobre la Misericordia Divina
El Papa recordó que hoy se inaugura el primer congreso mundial sobre la misericordia divina para "profundizar el rico magisterio" de Juan Pablo II sobre ese tema. "La misericordia de Dios -explicó Benedicto XVI- es una de las claves de lectura de su pontificado. Quería que el mensaje del amor misericordioso de Dios llegase a todos los seres humanos y exhortaba a los fieles a ser testigos".
"El Siervo de Dios Juan Pablo II vivió y conoció personalmente las grandes tragedias del siglo XX y se preguntó durante mucho tiempo qué podía frenar la marea del mal. La respuesta se encontraba en el amor de Dios. Sólo la Divina Misericordia puede poner límite al mal; sólo el amor omnipotente de Dios puede desbaratar la arrogancia de los malvados y el poder destructor del egoísmo y el odio".
El Santo Padre dio gracias a Dios por "haber dado a la Iglesia a este servidor fiel y valiente" y a la Virgen María por "velar incesantemente sobre su persona y su ministerio" . "Pedimos a Juan Pablo II -agregó- que continúe intercediendo desde el Cielo por todos nosotros y en especial por mí, a quien la Providencia llamó a recoger su inestimable herencia espiritual".
"¡Qué la Iglesia -concluyó- siga sus enseñanzas y su ejemplo, continuando fielmente y sin compromisos su misión evangelizadora y difundiendo incansablemente el amor misericordioso de Cristo, fuente de paz verdadera para el mundo entero!".