domingo, 9 de septiembre de 2012

Maria Santisima de Alta Gracia - Milagro en la Parroquia San Antonio Abad Arequipa

La Hermosa Imagen de Nuestra Señora de Alta Gracia es una devoción a la cual hemos conocido desde niños, puesto que hemos nacido vecinos a su casa: El templo de San Antonio Abad de Miraflores en Arequipa. Desde muy pequeños hemos escuchado los sones de la campana llamando a misa y los cohetes anunciando Fiestas.
Pero he aquí que, desde hace un tiempo, la devocion a esta querida y tierna Madre a decaído hasta reducirse a sólo las Cofrades de su Archicofradía.
Por este motivo queremos compartir con los Miraflorinos, Arequipeños y todos los Hijos de María una hermosa anécdota.

Transcribimos aquí uno de los muchos milagros narrados en la "NOVENA A MARIA SANTISIMA DE ALTA GRACIA compuesta por el R.P. Fr. Manuel Poblete, año de 1912"

En el año del Señor de 1804; hallabase doña Idelfonsa Postigo atormentada de un fuerte flujo de sangre. Llegó a postrarla tanto el mal, que la puso al borde del sepulcro. No encontrando los facultativos recurso en su sabiduría para aplacar tan fea enfermedad y conformandose la enferma con verse desahuciada por ellos, se dispuso con los santos Sacramentos para pasar de este mundo al otro. Despues de concluidas tan debidas disposiciones y como sacando fuerzas de su misma flaqueza y debilidad, se animó con las mas vivas ansias para hacerse conducir a este sagrado Templo a implorar, hecha un mar de lagrimas, las misericordias de Maria Santísima de Alta Gracia. Postrada ante esta Soberana Imagen, suplicó se la bajasen de su altar, hizo sacudir el polvo de su cabellera y manto, lo recibió en una fuente, y mezclándolo allí mismo en un poco de agua lo tomó en bebida. Desde ese momento sintió su cuerpo muy reanimado y la suspension del flujo fue el Efecto de su Fe. Asi quedó tan buena y sana de tan incurable enfermedad, que despues de este suceso no tenia la enferma más que publicar los prodigios de María Santísima de Alta Gracia.

Notese aqui la sencillez de la descripción, llena de admiración y ganas de querer hacer amar a esta Madre tan bondandosa.
Aquí de lo que se trata no es de juzgar los hechos sino de admirar y aprender de la Fe que se puede y debe tener hacia la Madre de Dios.

Esperamos este relato haya encendido un poco la llama de amor a María, en la tierna advocacion de Alta Gracia.


¡Ven, Vive con nosotros y con ella esta fiesta!